=?UTF-8?Q?=28IV=C3=81N=29=3A_EL_PADRE_EST=C3=81_por_CANA=C3=81N_INDEPEN
From
ivanvalarezo@gmail.com@1:229/2 to
All on Sunday, September 01, 2019 19:40:24
Sábado, 31 de Agosto, 2019 de Nuestro Salvador Jesucristo, Guayaquil, Ecuador-Iberoamérica
(Cartas del cielo son escritas por Iván Valarezo)
EL PADRE ESTÁ por CANAÁN INDEPENDIENTE del SATANISMO: ENRIQUECER a ISRAEL y las NACIONES hoy:
Nuestro Padre celestial necesitaba enriquecer la tierra, pero, Él necesitaba trabajar con alguien, asistiéndolo, por eso, Él envió a su familia divina, que es su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, para ser uno con las familias de las naciones: Y
aquí es, cuando Él encontró a Abraham, para sentarse con Él a la Mesa santa: comiendo del pan y vino. Considerando que, si nuestro Padre celestial se
puede sentar a la Mesa santa para comer del pan y vino con alguno de las familias de la tierra,
entonces, Él realmente puede empezar a enriquecer a cada una de las familias de las naciones: Visto que, Él está dispuesto a hacer no solamente a Canaán,
su dulce hogar, pero igualmente a la humanidad entera inmensamente rica.
Puesto que, estas son riquezas jamás encontradas en la tierra, pero únicamente en su corazón santísimo, en donde sus hijos nacieron de su imagen
para vivir conforme a la semejanza de su Hijo Jesucristo y riquezas cotidianas de poderes y dones del Esp
ritu Santo, que enriquecerá a cada hombre, mujer, niño y niña, derramándose Él mismo libremente desde la gloria celestial hacia sus corazones. Por eso, nuestro Padre celestial necesitaba a Abraham sacrificando tres de sus carneros con sus mitades
opuestas una a otra junto con dos palomas sin cortar sobre la roca de salvación, salpicados con sangre expiatoria, y así, su Hijo Jesucristo nazca del vientre estéril de Sarah como Isaac, salpicando su altar en Canaán y la puerta del infierno con su
sangre expiatoria, de riquezas insondables.
Por ende, nuestro Padre celestial no solamente necesitaba a Abraham y Sarah junto con sus hijos adoptados, comprados con dinero de extranjeros, para darles
amor de familia, comiendo del pan y vino con Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, pero
igualmente, sus hijos prometidos naciendo de generaciones futuras, enriqueciendo así las familias de las naciones con la vida del Rey Mesías últimamente. Además, nuestro Padre celestial necesitaba a los hijos de Abraham, comiendo del pan y vino con É
l, para que Él finalmente conquiste el corazón de la tierra con su roca de salvación, desplegando los tres sacrificios de Abraham con sus mitades opuestas una a otra junto con dos palomillos sin cortar, salpicados con sangre expiatoria, garantizando
así que Satanás y la muerte serian destruidos pronto.
Visto que, nuestro Padre celestial necesitaba finalmente empezar a atacar a Satanás y al ángel de la muerte con los hijos de Abraham viviendo en generaciones venideras del cautiverio egipcio, porque ellos iban a recoger cada
pecado del pasado, del
presente y del futuro de las familias de las naciones, para finalmente destruirlos en el bautismo en agua del Mar Rojo. Definitivamente, nuestro Padre
celestial necesitaba hacer esta obra maravillosa de salvación con los hijos de
Abraham, que iban a
poseer Canaán perpetuamente, pero primero ellos tenían que nacer en el cautiverio egipcio, en donde ellos recogerían cada pecado, pero naciendo siempre lejos de Canaán y de sus poderes cotidianos, poderes de bendiciones hacia el santo nombre fuego
por generaciones venideras hacia la eternidad venidera.
Dado que, nuestro Padre celestial necesitaba a cada hombre, mujer, niño y niña naciendo con el Juramento a Isaac y sin el santo nombre fuego, porque ellos tenían que recoger cada pecado de la humanidad entera finalmente para el
bautismo en agua del
Mar Rojo, abandonándolos en el lecho marino para jamás acordarse de ellos, conquistando así Canaán, sin el efecto del pecado finalmente. Realmente, una vez que nuestro Padre celestial estableció un convenio de vida con Abraham al comer del pan y
vino de manos de su Hijo Jesucristo, sirviendo la Mesa santa, entonces, su Hijo
amado podía legalmente nacer del vientre estéril de Sarah, por poderes del Espíritu Santo, pero sin su santo nombre conocido en la gloria angelical como Yeshua, Jesucristo.
Dado que, la casa de Israel tenía que nacer en tierra extranjera, como Egipto,
y sin el conocimiento de su santo nombre fuego además lejos de Canaán, que es
el maná, enriqueciendo su santo nombre fuego junto con su vida eterna continuamente en sus
hijos de cada generación, y así, ellos finalmente liberen a toda la tierra del efecto del pecado perpetuamente. Más aun, nuestro Padre celestial necesitaba destruir cada pecado primero con hijos de Abraham, naciendo lejos de
Canaán: La tierra que
alimenta el santo nombre fuego de nuestro Padre celestial junto con su vida eterna en cada hijo suyo en Israel y en las naciones, y así, Él finalmente destruir a Satanás y la muerte, conquistando a Canaán finalmente, ocupada por
el satanismo.
Por eso, cuando nuestro Padre celestial tuvo a su Hijo Jesucristo nacido finalmente del vientre estéril de Sarah, por poderes del Espíritu Santo, entonces, su Hijo amado nació como Isaac con su vida eterna, llena de su amor infalible, su grande Gracia,
su grande Misericordia, su grande Verdad y su grande Justicia Divina, estableciéndola así finalmente Él mismo en la humanidad entera. Aquí es cuando: Abraham aprendió del amor infalible de nuestro Padre celestial, de que
Él mismo siempre le hablo
a él y a su esposa Sarah, prometiéndoles un hijo de ellos mismos, pero, este hijo, será como ningún otro, trayendo consigo vida eterna en su hogar, y así, ambos lo amen a Él, así como es amado en la gloria angelical por sus ángeles.
Realmente, esto es algo que nuestro Padre celestial había deseado hacer antes con las familias de las naciones, pero Él siempre fallo en encontrar alguien digno que se parase con Él, creyendo en sus palabras de vida, emanando de su corazón santísimo,
acongojado por las familias que habían descendido al infierno tormentoso, porque ellas fallaron en invocar su santo nombre fuego para salvación. Sin embargo, después que su Hijo Jesucristo nació como Isaac del vientre estéril
de Sarah, por poderes
del Espíritu Santo, entonces, nuestro Padre celestial pudo vivir con Abraham y
sus amados su vida eterna, llena de su amor infalible y asombroso, entregándoles a cada uno de ellos: gozos, alegrías, prosperidad, riquezas sin
fin y paz como jamás la
habían conocido antes.
Y es aquí, en donde nuestro Padre celestial empezó a cambiar el mundo, porque: si Él podía vivir con su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo en el hogar de una familia, llena de vida humana, como Abraham y Sarah junto con sus hijos adoptados,
entonces, Él podía ver, que ellos podían ser sus amados también, al tan sólo vivir con Él. Y es aquí, en donde nuestro Padre celestial realmente desarrolló su Juramento a Isaac, que Él necesitaba derramarla sobre la humanidad entera, como la
carne sagrada, los huesos inquebrantables y sangre expiatoria, para que Él no solamente tenga su vida eterna establecida, pero igualmente, su voluntad perfecta, cambiando como las familias piensan y viven, al renacer por el bautismo de agua.
Ciertamente, nuestro Padre celestial pudo vivir su vida eterna, llena de su amor asombroso e infalible por su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, que Él
podía ver que Abraham junto con Sarah y los demás, incluyendo vecinos y amistades, eran
compatibles para vivir su vida eterna junto con su roca de salvación, emanado amor, gozos y alegrías sin cesar jamás entre ellos. Aquí es cuando, nuestro Padre celestial se sintió convencido que las familias de las naciones podían integrarse a su
familia divina, que su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, dándole vida de su corazón santísimo palabras de vida del Juramento a Isaac, que es su perfecta voluntad para ser una con la humanidad entera, por el bautismo en agua
únicamente, invocá
ndole a Él.
Ciertamente, aquí es cuando, nuestro Padre celestial estuvo listo para derramar de su corazón santísimo sobre Isaac yaciendo sobre el madero del monte Sion, descansando en el Moriah, porque Él ya había juzgado cada pecado de las naciones, cometidos
en contra de Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, perdonándolos a todos, bautizados en agua, invocando su santo nombre fuego para salvación eterna. Verdaderamente, nuestro Padre celestial llamó a Abraham a que traiga a
su único hijo Isaac
que amaba mucho al monte que le mostraría sobre una de las montañas del Moriah, ofreciéndolo, como una ofrenda encendida hacia la gloria celestial, porque Él estaba listo para derramar de su voluntad perfecta para que sea obedecida por todos en la
tierra: ¡Bautizados en agua únicamente!
Además, nuestro Padre celestial tenia que tener ya a Abraham ascendiendo al monte alto con Isaac, ofreciéndolo, como su ofrenda encendida hacia Él, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, porque Él necesitaba tener a su amor asombroso, que tiene
consigo su misma vida eterna vivida con Abraham y sus amados, para ser uno con su familia divina entre las huestes angelicales del cielo. En otras palabras, nuestro Padre celestial necesitaba saturar sus naciones angelicales con su vida
eterna, vivida ya
por Él junto con su Hijo Jesucristo, su Espíritu y con Abraham y sus amados en su hogar familiar, y así, Él gozar del amor de sus hijos, viviendo su misma vida eterna todos ellos antes de ascender a vivir con Él en la gloria angelical.
Por eso, fue importante para nuestro Padre celestial tener a Abraham con su único hijo Isaac, que había aprendido a amar mucho en su vida eterna, que descendió del cielo para no solamente ser el cordero con la sangre expiatoria que quite los pecados
de su familia, pero también, ser el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo en un día eternamente. Puesto que, los hijos nacidos de Abraham serán sus hijos prometidos, incontables como las estrellas del cielo arriba, absorbiendo pecados de las
familias de las naciones en el cautiverio egipcio, por cuatrocientos años: Porque ellos nacerían con la carne sagrada, los huesos inquebrantables y la sangre expiatoria, pero sin el santo nombre fuego que destruye todo pecado en el bautismo en agua ú
ltimamente.
Sin embargo, nuestro Padre celestial tenia que haber tenido a toda la casa de Israel recogiendo pecados de las familias de las naciones, porque Él no solamente necesitaba abolir cada pecado, pero igualmente, a Satanás y la muerte junto con los ángeles
caídos, y así, Él poseer Canaán, fluyendo con leche y miel, enriqueciendo a
Israel milagrosamente más que las naciones siempre. Realmente, nuestro Padre celestial necesita a las naciones, conociendo, que es el Dios rico para con los
ángeles del
reino angelical y que Él necesita ser el Dios rico también para cada hombre, mujer, niño y niña de la humanidad entera, porque Él desciende ya a vivir con ellos en sus inmensas riquezas, fluyendo por toda la tierra una eternidad entera, empezando en
Canaán.
Ya que, son riquezas, que nuestro Padre celestial jamás ha manifestado a ángeles del cielo por toda una eternidad y hasta hoy, porque ellas son naturalmente nacidas de su corazón santísimo cotidianamente, que solamente pueden gozarse enteramente por
su Hijo Jesucristo y por su Espíritu Santo junto con cada hombre, mujer, niño
y niña de la humanidad entera, pero bautizados todos en agua primero. Riquezas
naturales del corazón santísimo de nuestro Padre celestial, complaciéndolo a
Él, su Hijo
Jesucristo, su Espíritu Santo y a la humanidad entera, visto que, ellos solamente las gozaran con la carne sagrada, la sangre expiatoria, llena de vida
eterna: Destruyendo obras de Satanás, la muerte y los ángeles caídos eternamente, viviendo para
conocer únicamente: amor, paz, prosperidad y gloria por toda la tierra siempre.
Sin embargo, para que nuestro Padre celestial goce de estas riquezas ya derramadas sobre Isaac yaciendo sobre el monte Sion, descansando en el Moriah, que es su voluntad perfecta, obedecida en cada hombre, mujer, niño y niña bautizado en agua,
invocando la perfecta santidad de su nombre, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, entonces, Él debe quitar todo mal de ti ahora mismo. Por eso, nuestro Padre celestial tenia que tener a la casa de Israel naciendo en el cautiverio egipcio con su
Juramento a Isaac y sin su santo nombre fuego para ser invocado, y así, ellos recojan cada pecado de las familias de las naciones, cometidos por toda la tierra para destruirlos a todos ellos en el bautismo del Mar Rojo, en el último día.
Por cuanto, nuestro Padre celestial estaba decidido a abolir a Satanás, la muerte y sus ángeles caídos, pero primero Él necesitaba tener a toda la cada
de Israel recogiendo los pecados del mundo entero para abandonarlos en el bautismo de agua del Mar
Rojo, liberando así a Canaán del reino del Satanismo, para que su santo nombre fuego descienda con su Hijo Jesucristo finalmente. Entendiendo que, nuestro Padre celestial necesitaba su santo nombre fuego ya sobrevolando el monte Sion, mientras su Hijo
Jesucristo nacía del vientre virgen de la hija de David, salpicando la sangre expiatoria, llena de vida eterna que necesitaba derrotar a Satanás y la muerte, liberando finalmente a Canaán del Satanismo, y así, nosotros vivamos con nuestro Padre
celestial su vida eterna eternamente enriquecida hoy.
Considerando que, si nuestro Padre celestial puede liberar a Canaán de la presencia del satanismo, entonces, Él puede liberar no solamente toda la casa de Israel, pero igualmente a las familias de las naciones, porque al remover el
satanismo de Canaán
entonces Él abolirá todo pecado, enfermedades, pobreza y la terrible violencia que de pronto se manifiesta entre las naciones para destruir vida humana. Ahora, para que nuestro Padre celestial libere a Canaán del satanismo entonces el corazón de la
tierra seria liberado por Israel antiguo, bautizados en el Mar Rojo primero, y así, ellos abandonen la carne pecadora por la carne sagrada, en donde Él trabaja con su voluntad perfecta, derramada enteramente sobre Isaac, expiando cada pecado antes de
descender hacia el Valle de los huesos secos.
[continued in next message]
--- SoupGate-Win32 v1.05
* Origin: www.darkrealms.ca (1:229/2)