From:
ivanvalarezo@gmail.com
Sábado, 04 de Diciembre, 2021 de Nuestro Salvador Jesucristo, Guayaquil, Ecuador-Iberoamérica
(Cartas del cielo son escritas por Iván Valarezo)
BAUTIZADO: todo poder te ha sido otorgado a ti, viviendo su vida en Canaán, que destruyó ya brujerías de Satanás, enriqueciéndote a ti cada día, siempre:
Decisivamente, nuestro Padre celestial había tomado a Israel antiguo junto con Moisés, liderándolos por el desierto de Sinaí, porque ellos necesitaban beber de aguas amargas de Mara, endulzadas únicamente por el árbol yaciendo cerca de él, visto
que Eva había fallado al endulzarlas junto con Adán y sus hijos de generaciones venideras para llenar la tierra entera de vida abundantemente. Además, nuestro Padre celestial les había entregado a Israel antiguo y a Moisés una nueva vida, que ellos
empezarían a encontrarla bautizados del Mar Rojo, abandonando la carne pecadora y el espíritu de error por la carne sagrada y el Espíritu Santo, porque cada pecado cometido por la humanidad entera habría abandonado ya la tierra, empezando una nueva
vida sin pecado en la eternidad.
Divinamente, nuestro Padre celestial tuvo a sus hijos legítimos de Israel junto con Moisés bautizados en agua, invocándolo a Él, como Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacobo, renaciendo así en Canaán, porque ellos necesitaban legítimamente
heredar sus riquezas, enriqueciéndolos junto con familias de las naciones toda una eternidad, empezando en el infierno tormentoso, así como el desierto de Sinaí lo es. Desdichadamente, nuestro Padre celestial había perdido a sus hijos hacia Satanás
y hacia el ángel de la muerte, porque Eva comió del fruto prohibido, del árbol de la ciencia del bien y del mal, por ende, porque ella comió de él entonces Adán con sus hijos fueron afectados por generaciones futuras, sólo para conocer pobreza,
enfermedad, hambruna y muerte en el infierno tormentoso.
Ciertamente, nuestro Padre celestial había perdido a sus hijos de familias de las naciones, porque cada hijo suyo yacía muerto en el desierto de Sinaí, asimilando el infierno tormentoso, por ello, Él necesitaba descender a ellos, rescatándolos para
ver vida nuevamente con Él, pero sin pecado alguno, porque ahora ellos vivirían eternamente amados con riquezas solamente emanando de Él hacia ellos toda una eternidad entera. Además de todo, para nuestro Padre celestial rescatar a sus hijos de
familias antiguas y modernas de las naciones, entonces, Él necesitaba tener a Israel antiguo junto con Moisés invocándole, como Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacobo para que ellos renazcan legítimamente de su semilla santa, volviendo a ver
vida nuevamente con riquezas sin fin ya pronto.
Indiscutiblemente, nuestro Padre celestial necesitaba que Moisés recogiese el árbol yaciendo cerca de aguas amargas de Mara para endulzarlas, convirtiéndolas en aguas potables para él y para Israel antiguo, porque ellos beberían seguidamente de cada
hombre, mujer, niño y niña de familias antiguas y modernas de las naciones para vivir nuevamente con Él en su Lugar Santísimo finalmente en Canaán. Entendiendo que, al nuestro Padre celestial tener a Moisés junto con Israel antiguo bebiendo de
aguas amargas de Mara, endulzadas por el árbol yaciendo cerca de él por siglos (sino milenios), entonces cada hombre, mujer, niño de pasadas y de futuras generaciones seria uno con su semilla santa, como fue Israel antiguo comiendo maná de la gloria
angelical, finalmente para recibir el cuerpo glorificado.
Entendiendo que, después nuestro Padre celestial tuvo a Moisés con Israel antiguo, comiendo del maná descendiendo directamente de Él para vestir a cada hijo suyo de naciones antiguas y modernas con su cuerpo glorificado, que es la carne sagrada de
Isaac y su sangre expiatoria, logrando finalmente el cuerpo que necesitaban para vivir nuevamente, entonces, ellos seguidamente bebieron de la roca de salvación. Aquí es cuando. Nuestro Padre celestial tuvo a Israel antiguo junto con Moisés torná
ndose en una nueva nación, como una nueva humanidad, vistiendo su misma carne sagrada de la sangre expiatoria, que es su vida eterna, destruyendo no solamente pecados, pero igualmente a Satanás, ángeles caídos, la muerte, familias brujas y el
infierno, convirtiendo el corazón de la tierra en su mismo corazón amoroso y glorioso, para siempre.
Confidentemente, después de beber aguas amargas de Mara, endulzadas por el árbol yaciendo cerca del lugar, tirado en él, endulzando así a cada hombre, mujer, niño y niña de familias de las naciones antiguas y modernas: finalmente, ellos condujeron
rituales y ceremonias de perfecta santidad para ser uno con Él instantáneamente en el Lugar Santísimo, al fin enriqueciendo la tierra entera. En el desierto de Sinaí, nuestro Padre celestial fue victorioso ya sobre todo pecado, maldiciones, problemas,
conflictos, pobreza y hambruna que Satanás junto con la muerte y sus ángeles caídos habían atacado con ellos a la humanidad entera, empobreciendo la tierra siempre, y su reino de amor eterno por sus hijos y su santo nombre fuegos jamás se
manifieste para la nueva eternidad venidera.
Definitivamente, nuestro Padre celestial con Moisés e Israel antiguo habían tomado ya la humanidad entera, bebiéndoselas de aguas amargas de Mara, endulzadas por su árbol yaciendo cerca del lugar, entonces por el desierto Él libremente ejecutó su
voluntad perfecta, así como Él lo haría en el infierno, salvando finalmente a sus hijos, vistiéndolos de su cuerpo glorificado que nació de Él, como Isaac en Canaán. Empero, dado que Satanás junto con ángeles caídos atacaba y destruía siempre
la humanidad entera, entonces, nuestro Padre celestial obtuvo poderes legales del Juramento a Isaac, haciendo de Israel su nación dorada, en una poderosa nación de familias no solamente del linaje hebreo, pero igualmente de naciones antiguas y modernas,
derrotando finalmente a Satanás con la carne sagrada y sangre expiatoria de Isaac en Canaán.
[continued in next message]
--- SoupGate-Win32 v1.05
* Origin: you cannot sedate... all the things you hate (1:229/2)