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    Sábado, 06 de Julio, 2019 de Nuestro Salvador Jesucristo, Guayaquil, Ecuador-Iberoamérica

    (Cartas del cielo son escritas por Iván Valarezo)


    Su VIDA ETERNA derrotó a SATANÁS y la MUERTE en CANAÁN para tú VIVIRLA: enriqueciéndote siempre:

    Nuestro Padre celestial le dijo a Abraham a que abandonase su país junto con sus parientes y amistades, porque Él iba a mostrarle una tierra maravillosa, en donde él necesita vivir con su esposa Sarah y su nieto Lot, porque tiene planes para hacerlo a
    él grande, estableciendo así su vida eterna con él y sus hijos en la tierra finalmente. El tiempo había llegado para nuestro Padre celestial bendecir a un
    hombre, creyendo en sus palabras naturales, nacidas de su corazón santísimo, porque Él tenia
    que establecer su vida eterna en la humanidad entera, que Lucifer había derrotado con la serpiente en el paraíso al hacer que Eva coma del fruto prohibido, del árbol de la ciencia y del bien.


    Realmente, nuestro Padre celestial necesitaba derrotar a Lucifer y la serpiente
    que hizo que Eva junto con Adán y los hijos comiesen del fruto prohibido, pero, como no tenía a sus hijos de regreso en el paraíso para derrotar a Lucifer, entonces, Él
    hizo de Canaán la mejor tierra del mundo entero, y así, su vida eterna florezca en la humanidad entera postreramente. Esto significa que nuestro Padre
    celestial tenia que preparar a Canaán no solamente como su paraíso primoroso,
    y así, Él tener a
    sus hijos viviendo su vida eterna, creciendo en ellos, pero igualmente, Él ha hecho que Canaán alimente su vida eterna siempre, que una vez fue derrotada en
    el paraíso con Adán y Eva, pero victoriosa sobre Lucifer y sus pecados finalmente.

    Por eso, nuestro Padre celestial necesitaba a Abraham junto con su esposa Sarah
    y su nieto Lot acompañándolo a él hacia Canaán, en donde Él lo ha llamado a que viva su vida eterna derrotada en el paraíso, sin embargo, ahora lista para vengarse en
    contra de Lucifer y la serpiente antigua junto con los ángeles caídos que ayudaron a que Adán peque. Nuestro Padre celestial necesitaba derrotar a Lucifer y la serpiente del Jardín del Edén, pero tenia que ser en su nuevo paraíso en la tierra, como
    Canaán, en donde Abraham junto con Sarah dará a luz a los hijos prometidos de
    su vientre estéril, por poderes del Espíritu Santo, empezando con su Hijo Jesucristo nacido como Isaac.

    Verdaderamente, nuestro Padre celestial necesitaba a su Hijo Jesucristo nacido como Isaac del vientre estéril de Sarah, por el Espíritu Santo, pero Él tenia que tenerlo a él descendiendo del cielo como el pan de vida que todo hombre, mujer, niño y
    niña necesita consumir para regresar a la vida eterna, pero victoriosa sobre Lucifer y sus pecados finalmente. Sin embargo, para que esto suceda entonces Abraham junto con Sarah tenían que estar viviendo ya en Canaán con muchos de sus hijos comprados
    con dinero de extranjeros para darles a ellos un hogar en su familia amorosa, amor que él había aprendido en su relación que había gozado por años con nuestro Padre celestial.

    Además, ellos necesitaban vivir cerca del rey de Salem, que en esos días era nuestro Señor Jesucristo, como Melquisedec, y la Justicia del Padre celestial en la tierra, para que él mismo sirva el pan y vino sobre la Mesa santa que empezaría un
    convenio de vida eterna con Abraham y con sus hijos prometidos viviendo en generaciones futuras, para siempre. Ciertamente, este es un convenio que empezó con Abraham, comiendo de la Mesa santa con nuestro Padre celestial el pan y vino, servido
    diariamente por nuestro Señor Jesucristo a los ángeles para mantenerlos santos y perfectos para amar, servir y alabar su santo nombre fuego sobre el monte santo de Jerusalén por muchas generaciones, pero ahora también Abraham y su familia.

    Puesto que, este comer del pan y vino significa no solamente comer con nuestro Padre celestial de su naturaleza divina, que es su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo compartiéndola siempre con todos nosotros por una vida entera en la tierra y en el
    cielo, pero igualmente, es su misma vida eterna: leche y miel para ser consumida por sus hijos en Canaán postreramente. Por cierto, fue siempre importante no solamente para nuestro Padre celestial, su Hijo Jesucristo y su Espíritu Santo, pero
    igualmente, para Abraham y Sarah de comer de la Mesa santa el pan y vino, entregándonos así instantáneamente de su naturaleza divina, haciéndonos parte de su familia divina aun hoy en la tierra finalmente, ascendiendo todos nosotros hacia la gloria
    celestial, eternamente enriquecidos.

    Legalmente, nuestro Padre celestial necesita empezar nuevamente su vida eterna,
    derrotada por Lucifer y la serpiente en el paraíso con mentiras, para finalmente derrotarlo a él y a la serpiente en su paraíso moderno, Canaán, restaurando así glorias
    de su vida eterna con su verdad, camino y vida, llevando a sus hijos hacia toda
    victoria sobre el pecado, la muerte y el infierno, siempre. Dado que, nuestro Padre celestial necesitaba destruir a Lucifer y la serpiente junto con los ángeles caídos y la
    muerte, sólo con su camino, verdad y vida eterna manifestada en su Hijo Jesucristo, por poderes del Espíritu Santo, naciendo del vientre virgen de la hija de David con la carne sagrada, los huesos inquebrantables y la sangre expiatoria con poderes de
    resurrección.

    Además, cuando nuestro Padre celestial envió a su Hijo Jesucristo a nacer de la hija virgen de David, por el Espíritu Santo, entonces Él lo hizo: porque sus hijos yaciendo en el Valle de los huesos secos ya habían aprendido a amarlo, a servirle, a
    respetarlo, a obedecerle y a creer en Él y en su santo nombre, otorgándoles así salvación después de siglos. Por ende, nuestro Padre celestial necesitaba a Israel antiguo yaciendo en el Valle los huesos secos por siglos y hasta que manifestasen señ
    ales que habían aprendido a amar, servir, respetar, creer y confiar en Él y en su santo nombre, que Él ya estaba listo para clavarlo a ellos junto con su Hijo Jesucristo victorioso sobre Satanás y la muerte, para siempre.

    Considerando que, los israelitas antiguos se habían dado cuenta finalmente que
    Satanás estaba preparando clavar a ellos, el madero antiguo, que es la naturaleza divina de nuestro Padre celestial, su nombre inicuo junto con Barrabas, culpado y convicto
    de robo, asalto y muerte, sellando así su eterna desgracia en el infierno tormentoso para nunca más ver la vida nuevamente en el Tercer Día. Por eso, por palabras del Juramento a Isaac: ellos clamaron en unidad para que el Hijo de David, el Rey Mesí
    as, sea clavado a ellos, el madero antiguo, junto con el santo nombre fuego de nuestro Padre celestial en lugar de Barrabas y el nombre de Lucifer, porque en el Tercer Día verán vida nuevamente, conforme a la voluntad perfecta del Padre celestial.

    Mientras los antiguos israelitas estaban clamando por el Rey Mesías para que sea clavado a ellos sobre el madero del Israel antiguo del monte santo de Jerusalén, en Canaán, entonces, sus hijos clamaban a Poncios Pilato igualmente para que sea clavado
    el Hijo de David a sus antepasados junto con el santo nombre fuego, en lugar de
    Barrabás y el nombre de Satanás. Este fue un sacrificio muy crucial cuando todo Israel clamaba para que el Hijo de David sea clavado al madero antiguo sobre el monte santo
    de Jerusalén, porque aquí es cuando la sangre expiatoria de Isaac finalmente salpicaría no solamente sobre la roca de salvación, pero igual, los postes de
    la entrada al infierno, para que todos huyan por sus vidas finalmente.

    Aquí es cuando: los israelitas antiguos fueron mordidos nuevamente, pero esta vez por la serpiente de bronce en sus manos, lados y pies, entrando así al Lugar Santísimo del monte Sion, en Canaán, con el cuerpo glorificado del Rey Mesías: derrotando
    a Satanás y la muerte junto con el reino de tinieblas, finalmente recibiendo así vida eterna victoriosa sobre toda la tierra perpetuamente. Considerando que, toda la casa de Israel descendió al Valle de los huesos secos, mordidos por serpientes
    venenosas, porque se habían rebelado todos ellos en contra de Moisés y del SEÑOR, cayendo así en tinieblas terribles, sin embargo, mordidos por la serpiente de bronce: ellos finalmente abandonaron las tinieblas para entrar a la luz perfecta de la
    salvación eterna de la gloria angelical.

    Además, los israelitas pudieron entrar al Lugar Santísimo del monte Sion con el cuerpo glorificado del Rey Mesías: porque cuando él fue clavado a ellos, entonces nuestro Padre celestial estuvo con él, cuando su imagen santísima y su alma viviente
    eran restauradas en cada hombre, mujer, niño y niña yaciendo en el Valle de los huesos secos para comer del pan y vino. Ya que, el Rey Mesías había declarado que él es el pan que había descendido del cielo arriba, para que todo aquel que coma de su
    pan entonces aquel reciba vida eterna al instante, además, todo aquel que beba
    de su sangre expiatoria no volverá a tener sed jamás en esta vida y en la venidera del reino de los cielos.

    Verdaderamente, cuando nuestro Señor Jesucristo fue finalmente clavado al madero del Israel antiguo sobre el monte Sion, entonces, cada hombre, mujer, niño y niña del Israel antiguo comió del pan de vida y bebió de su sangre expiatoria, que es la
    copa de vida de la Mesa santa para obtener vida eterna que ha derrotado a Satanás y a la muerte, para siempre. Por eso, es que Israel antiguo no solamente pudo regresar a la vida eterna nuevamente, que nuestro Padre celestial les había entregado a
    ellos por el Juramento a Isaac, pero igual, ellos empezaron a amar, a servir y a alabar su santo nombre fuego clavado a ellos, el madero antiguo, sobre el monte Sion, en Canaán, conquistando así nuevas glorias, siempre.

    Es decir, también que al nuestro Padre celestial clavar a su Hijo Jesucristo al madero del Israel antiguo, entonces, esto significo que Él los estaba aceptando a ellos nuevamente, como sus hijos legítimos para vivir eternamente enriquecidos con su
    vida eterna por fin victoriosa sobre la muerte en Canaán, la nueva tierra, en donde su voluntad perfecta será obedecida una eternidad entera. Esto también significa que al nuestro Padre celestial clavar a su Hijo Jesucristo al madero del Israel
    antiguo sobre el monte Jerusalén y su Lugar Santísimo, entonces ellos regresaron a donde ellos siempre habían vivido en Él en la eternidad, para que ellos vuelvan a ser sus hijos legítimos nuevamente en su tierra nueva, en donde el pecado falla en
    existir siempre.

    Dado que, cuando nosotros nacimos del vientre de nuestras madres después de nueve meses de embarazo, entonces, nosotros emergimos inicialmente de la vida eterna de nuestro Padre celestial, como su imagen, amor, felicidad y gozos de su corazón santí
    simo para vivir conforme a su semejanza celestial, conquistando así nuevas glorias para su santo nombre fuego sobre el monte Sion, en Canaán. Glorias: que jamás han sido conquistadas antes por las huestes angelicales de la gloria
    celestial, pero ahora,
    ellas serán conquistadas por cada hombre, mujer, niño, niña, renacidos del bautismo en agua y del bautismo del Espíritu Santo, invocando siempre la perfecta santidad de su nombre sobre el monte Sion, destruyendo tinieblas que afligen cada día a la
    humanidad entera hasta nuestros días.

    Puesto que, estas son las tinieblas que solamente los hijos de nuestro Padre celestial que han renacido del bautismo en agua y del bautismo del Espíritu Santo conquistaran por poderes cotidianos del Juramento a Isaac, otorgándoles así poderes
    especiales para destruirlos completamente en toda la tierra, y así: su Gracia,
    Misericordia, Verdad y Justicia Divina florezca bendiciendo a las familias de las naciones. Por ende, nuestro Padre celestial necesita a cada hombre, mujer, niño y niña no
    solamente de Israel renacidos del bautismo en agua y del bautismo del Espíritu
    Santo, pero igualmente, las familias de las naciones, y así, tinieblas creadas
    por la rebelión angelical mueran por toda la tierra para siempre: Para que su luz divina
    brille en toda la humanidad entera postreramente.

    Verdaderamente, estas son tinieblas del corazón malvado de Lucifer, pero igualmente de los ángeles caídos y de la muerte, atacando a cada hombre, mujer, niño y niña de Israel y de las familias de las naciones, haciendo que ellos sufran: problemas,
    dificultades, maldiciones, enfermedades, pobreza y muerte en el infierno, y así, ellos siempre fallen en ver la luz del Padre en ellos. Por eso, el bautismo en agua es importante, invocando la perfecta santidad de su nombre, su
    Hijo Jesucristo y su Espí
    ritu Santo, en donde cada uno abandonara la carne pecadora y el espíritu de error por la carne sagrada y el Espíritu Santo, que está llenó de la luz de nuestro Padre celestial, destruyendo toda tiniebla siempre, y así, ver cada bendición llegar.

    Es decir, también que cada vez que uno es bautizado en agua y bautizado en el Espíritu Santo, entonces, esa persona ha abandonado la carne pecadora y el espíritu de error por la carne sagrada y el Espíritu Santo, en donde la naturaleza divina del
    Padre celestial desciende continuamente con grandes poderes de la gloria celestial, conquistando todo lo que esté por delante. Y es aquí, en donde nada será imposible para ti y para todos los demás alrededor de ti: porque será la carne sagrada y el
    Espíritu Santo recibiendo del continuo descender de la naturaleza divina del Padre celestial desde el cielo, que no solamente enriquece al recibidor, pero igualmente a sus amados, vecinos y amistades de alrededor del mundo entero.


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